Aprovechando la época, estamos seguros que si lo tuyo es la adrenalina, visitar estas casas será parte de tu itinerario para pedir calaverita:
- La Casa de la Zacatecana
Ubicada en la calle Independencia, es única pues tiene balcones y una hermosa vista al sur, estuvo muchos años deshabitada, porque sobre ellos corrían muchas leyendas de espantos y sucedidos, que cada día influían más en el ánimo de los vecinos. La dueña de la casa en el siglo XVII, La Zacatecana, mandó matar a su marido y después mató al ejecutor del asesinato y ambos quedaron enterrados sigilosamente en las caballerizas de la casa, quedando estos crímenes ocultos. Poco después, La Zacatecana amaneció asesinada y nadie supo quién fue el autor de esta venganza, quedando el desenlace de esta historia en el misterio. Muerta la Zacatecana, y teniendo en cuenta la leyenda, los inquilinos permanecía poco tiempo en ella, porque de acuerdo con la tradición popular, aparecían muchos espantos.
2. La Casa de Don Bartolo
También conocido como “El Segoviano”, el nombre completo del terrateniente era Bartolo Sardanetta y Legaspi, Conde de Rayas. Don Bartolo era un hombre adinerado y cristiano, quien vivía con su hermana y según dicen, era con quien sostenía relaciones incestuosas. Cuenta la leyenda que El Segoviano pactó su alma con el diablo a cambio de riquezas dando origen a la historia. Cada año, cuando Don Bartolo celebraba su cumpleaños, hacia un brindis en que decía: “Brindo por la señora mi hermana, por mi ánima y por el 20 de mayo de 1701”. La misma leyenda cuenta que Don Bartolo murió de manera inexplicable el 20 de mayo de 1701. La casa estuvo deshabitada por mucho tiempo, pues se dice que por las noches aún se escuchan gritos y lamentos.
3. La casa de la Inquisición
Ubicada en plena esquila de las calles de 15 de mayo y Próspero C. Vega, esta casa con grandes ventanales y un enorme portón garigoleado tiene mucha historia por delante. Se supone que en los tiempos de la colonia y en los primeros años de México Independiente, fue la sede de la inquisición en Querétaro, pues se encontraron instrumentos de tortura. Además, en el lado de las caballerizas; muchos de los habitantes aseguran haber visto a una mujer, en un vestido como de novia, paseándose por los pasillos.