Otra opción para disfrutar del arte culinario es definitivamente el restaurante 130 Grados, en donde se le rinde culto a la carne y a la buena vida, ya que combinan las técnicas y procesos tradicionales con los gadgets más sofisticados, todo en una atmósfera íntima.
En 130 Grados es un placer hacer sonreír a tu paladar y a tu corazón, ya que les apasiona los detalles, la determinación por hacer bien las cosas todos los días y así poder tener una experiencia sensorial única en cada visita. El plaqué fue elegido a razón de los platillos y de forma meticulosa con la clara intención de armonizar con el ambiente acogedor.
El diseño interior fue concebido y elaborado por talento de artistas locales, sus hornos garantizan el término exacto en los cortes, además de ofrecer cavas individuales con membresía, las cuales cuentan con cerradura y circuito cerrado.
