La historia de Claudia Mijangos conmocionó a toda la sociedad. Todo sucedió en la capital queretana el 23 de abril de 1989, entonces Claudia Mijangos de 33 años, mató a puñaladas a sus tres hijos, dos niñas y un niño, de 11, 9 y 6 años. Y todo fue porque había discutido con su esposo, dejándola en crisis nerviosa. Y fue en la madrugada del 24 que ella empezó a escuchar voces que le ordenaron atacar a sus pequeños con unos cuchillos de cocina, quienes murieron por pérdida de sangre.
En su declaración, Mijangos se refería a sus hijos como si siguieran vivos. También se cuenta que era devota de la religión católica, daba clases de ética y catecismo en el colegio Fray Luis de León, donde se cuenta que se enamoró del padre Ramón, con quien supuestamente tuvo una relación amorosa.
También se sabe que fue por eso que iniciaron los problemas en su matrimonio, además de que sus problemas psiquiátricos se agravaron. Ya que el padre Ramón no continuó su relación con ella, Claudia no lo soportó. Seguía buscándolo y fue cuando comenzó el trámite de su divorcio.
Esa trágica noche, de abril 23, ella le habló a una amiga y le comentó: que escuchaba y veía ángeles y demonios que le habían advertido que Mazatlán se «había caído» y que «todo Querétaro era un espíritu». Ella le avisó al exmarido y a las autoridades.
Los peritos encontraron horrendas escenas: En las paredes de la casa con huellas de manos marcadas con sangre. Unos cuentan que primero a Alfredo le amputó la mano izquierda, después a Claudia María la apuñaló seis veces y a Ana Belén le dio una puñalada en el corazón. Luego arrastró los cuerpos ya sin vida a la recámara principal, los colocó en su cama y se acostó junto a ellos; peritos dicen que por lo menos, 10 litros de sangre los que se encontraban regados.
Claudia Mijangos fue detenida y estaba en estado de shock, cuando despertó en el hospital, no recordaba nada y decía con angustia que tenía que ir a recoger a sus hijos al colegio.
Luego de ser detenida, le diagnosticaron lesiones cerebrales y esquizofrenia, por lo que fue enviada 30 años al área psiquiátrica del penal de Tepepan, en la CDMX; los cuales ya cumplió en 2019.
Hoy en día, Claudia Mijangos cuenta con constante medicación, revisión y vigilancia, debido a su deteriorado estado de salud mental. Sin embargo, su historia siempre es recordada.